Cambio climático y el futuro de las ranitas de Darwin
La pérdida de bosque nativo es seguramente la principal amenaza para las dos especies de ranitas de Darwin. Sin embargo, hay otras fuerzas que amenazan su subsistencia; en este post les contamos sobre el cambio climático antropogénico y sus posibles efectos sobre la ranita de Darwin del sur.
Ilustración de Soledad Delgado
El cambio climático actual se ha reconocido ya hace casi dos décadas como una de las amenazas más grandes a la biodiversidad para el siglo XXI. A pesar de ser un fenómeno global, sus efectos serán diferentes en cada región del mundo. Por ejemplo en la zona central de Chile, se esperan reducciones notables en las precipitaciones y aumentos en la temperatura, sin embargo en algunas zonas del sur de Chile se espera que la temperatura no cambie demasiado, y es posible incluso un aumento en la precipitación anual. Sin embargo, esta aparente ausencia de grandes cambios a escala anual no reflejarían los cambios estacionales, ya que para esta región se espera que las precipitaciones de verano se reduzcan, y que las de invierno se intensifiquen. A partir de estos cambios en el clima, las especies podrían redistribuirse de acuerdo a sus requerimientos climáticos, o simplemente desaparecer de los lugares que se tornen inadecuados para su subsistencia, con la consecuente disminución en sus poblaciones.
Durante el mes de abril de este año, miembros de la ONG Ranita de Darwin, en conjunto con investigadores de la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Chile, y la Universidad Andrés Bello, publicaron un artículo en que muestran cómo los cambios en el clima de los últimos 40 años podrían estar forzando la redistribución de la ranita de Darwin del sur (Rhinoderma darwinii) hacia mayores altitudes y hacia el sur, sin embargo la limitada capacidad de movimiento de esta especie podría impedir que su distribución se reajuste a tiempo, reduciendo el área de su distribución en hasta un 39% en tan sólo 40 años.
Si los cambios en el clima reciente podrían estar causando problemas para la ranita de Darwin a partir de las últimas décadas, los escenarios futuros de cambio climático son aún menos alentadores, ya que se espera que los cambios observados hasta hoy se intensifiquen durante al menos la primera mitad de este siglo. Con esto en mente, miembros de la ONG en colaboración con la Universidad Andrés Bello hemos comenzado la segunda parte de esta investigación, que tiene por objetivo generar predicciones de cómo responderá la ranita de Darwin a los cambios venideros. Para esto se utilizarán los mismos modelos ya validados en la publicación de abril de este año, y predicciones globales de cambio climático para 2050 y 2080 frente a dos escenarios de cambio climático futuro promulgados por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).
Resultados preliminares se presentan en la figura, donde se observan grandes áreas que podrían dejar de ser adecuadas para la persistencia de esta especie, y donde potencialmente sus poblaciones podrían colapsar (“descolonización” en amarillo) aún en ausencia de otras amenazas, como el reemplazo del bosque para usos humanos o enfermedades emergentes como las reportadas en investigaciones anteriores detalladas en este mismo blog. Además, potenciales migraciones hacia el sur se verán impedidas dada la limitada capacidad de movimiento de esta especie, especialmente en la zona de fiordos en la zona Austral, y hacia mayores altitudes en la cordillera de Los Andes (“deudas de colonización”, en rojo).
Distribución potencial de Rhinoderma darwinii en 2050 y 2080 frente a dos escenarios de cambio climático (RCP4.5 y RCP8.5). Las predicciones son generadas utilizando un modelo de distribución de especies que considera variables climáticas, capacidad de dispersión y generación de propágulos (detalles de la metodología en Uribe-Rivera et al. 2017).
De continuar las tendencias actuales de cambio climático, caracterizadas por la rapidez de éstos, la ranita de Darwin y otras especies podrían verse seriamente amenazadas, sobre todo si no cuentan con las capacidades de redistribuirse o adaptarse a tiempo acorde a los cambios pronosticados.